TÚ ERES MAESTRO
Si tu corazón late más aprisa
viendo a tus alumnos,
si cada persona es para ti un
ser que se debe cultivar
si cada hora de clase se ha
escapado aprisa,
si quieres más tu trabajo
cada año que pasa,
si las dificultades inevitables
te encuentran sonriente,
si los padres y los niños
dicen que eres amable ,
si tu justicia sabe revestirse
de amor,
si combates al mal
pero no al pecador,
si sabiendo tantas cosas
no te crees sabio,
si sabes volver a estudiar
lo que creías saber,
si en lugar de interrogar sabes,
sobre todo, responder,
si sabes ser niño
permaneciendo maestro,
si ante la belleza sabes
sorprenderte,
si tu vida es lección y tu
palabra silencio,
si tus alumnos saben
semejarse a ti, entonces...
TÚ ERES MAESTRO
EDUCAR
EDUCAR
Educar es lo mismo
que poner motor a una barca...
hay que medir, pesar, equilibar...
... y poner todo en marcha.
Para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino...
un poco de pirata...
un poco de poeta...
y un kilo y medio
de paciencia concentrada.
Pero es consolador soñar
mientras uno trabaja,
que ese barco, ese niño,
irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes,
hacia islas lejanas.
Soñar que cuando un día
este durmiendo nuestra propia barca,
en barcos nuevos seguirá,
nuestra bandera enarbolada.
(Grabiel Celaya)
"... en cuanto educadores no nos queda más remedio que ser optimistas,¡ay!, Y es que la enseñanza presupone el optimismo tal como la natación exige un medio líquido para ejercitarse. Quien no quiera mojarse, debe abandonar la natación; quien sienta repugnancia ante el optimismoque deje la enseñanza y que no pretenda en pensar en que consiste la educación. Porque educar es creer en la perfectibilidad humana, en la capacidad innata de aprender y en el deseo que le anima, en que hay cosas que pueden ser sabidas y merecen serlo, en que los hombres podemos mejorarnos unos a otros por medio del conocimiento. De todas estas creencias optimistas puede uno muy bien descreer en privado, pero en cuanto intenta educar o entender en que consiste la educación no queda más remedio que aceptarlas. Con verdadero pesimismo puede escribirse contra la educación, pero el optimismo es imprescindible para estudiarla... y para ejercerla. Los pesimistas pueden ser buenos domadores pero no buenos maestros..."
(El valor de educar de FERNANDO SAVATER)
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